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Otilio Moralejo

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– El color de las sombras. Reportaje

Otilio Moralejo 10 mayo, 2012 No hay comentarios

 

El color siempre existe. Tanto en las densas sombras de los días, como en la expectral oscuridad de las noches

Las fotografías expuestas son el resultado de un proceso químico que efectúo en los negativos color, con el cual se amplía la capacidad de la película fotográfica de capturar los detalles en los sitios de gran oscuridad y de “aquietar” el poder restallante de las altas luces. Las tomas nocturnas fueron realizadas bien entrada la noche, sin la mínima participación de la luz solar. Tanto fue así que los encuadres se hacían dificultosos, ya que los puntos de referencia del horizonte y de las formas apenas eran visibles. Los resultados de las tomas son siempre sorprendentes, ya que los detalles que aparecen, los colores que dominan los sitios de gran oscuridad se hacen visibles de manera casi mágica.

Esto no es producto de una distorsión del proceso fotográfico, ya que cuando contemplamos con atención los paisajes nocturnos de esta ciudad, comenzamos a notar las nubes rojizas, rosáceas y amarillentas; los cielos azules profundos, violáceos, magentas. Todo depende de las condiciones atmosféricas, de las luces artificiales de la zona y de los deseos que tengamos de mirar. En los días soleados, las arboledas producen sombras que no son mas que mantos de colores vibrando a la frecuencia muda del que esté dispuesto a observar.

Recordemos que en la historia del arte, unas de la obsesiones que más desveló a los pintores impresionistas, y que les sirvió de móvil para su frenesí productivo, fue sin lugar a dudas “el color de las sombras”.

© Otilio Moralejo

Texto técnico.
Modificaciones del proceso de color

Cuando comencé los ensayos tras el objetivo de modificar algunos aspectos del proceso color de negativos, me fundé en la concepción de que el sistema comercial está altamente “standarizado”, ya que para obtener una mayor rapidez en el proceso, las grandes compañías fotográficas unificaron entre ellas el procedimiento de revelado (C41), aumentando hasta un límite extremo las temperaturas y la concentración de agentes reveladores y antivelo.

Así se obtuvieron resultados aceptables desde el punto de vista de la estructura y sensitometría de la imagen (curvas de densidad, contraste, latitud, grano, resolución, etc).

No obstante, el sistema hace ver sus falencias cuando debemos fotografiar motivos donde, por ejemplo, el rango entre las altas y bajas luces es muy amplio (caso de las tomas fotográficas nocturnas, escenas soleadas en la ciudad con sombras de los edificios, claros de sol entre vegetación en penumbra, etc). Estas limitaciones siempre fueron difíciles de asimilar por los fotógrafos que manipulamos material blanco y negro, máxime cuando hemos ensayado algunas de las diversas maneras que existen para revelar nuestros negativos. Podemos darle el carácter deseado a la imagen monocroma mediante la elección de los agentes reveladores, sus concentraciones, el modo de agitado, usando efectos compensadores, procesos de grano fino, control del contraste; o acudiendo a sistemas como el Zonal, que reúne aspectos de la fotometría con los del proceso químico. En fin, una amplia gama de posibilidades de revelar la imagen latente blanco y negro, adaptando el proceso a lo que queramos traducir de la escena real.

¿Porqué entonces doblegarnos a no producir transformaciones en el proceso de revelado color actual para adaptarlo a nuestras exigencias?

¿Acaso el negativo color, no está compuesto por tres capas de emulsión fotosensible blanco y negro cuyo revelado determina la aparición de los colorantes?

¿Porqué no modificar a nuestro criterio, por ejemplo, la gama de valores que ostentan las capas de color del negativo, modificando sus curvas de densidad?

Fue así como, partiendo desde muchos interrogantes y algunas certezas, pude obtener tras numerosos ensayos algunos resultados satisfactorios. No sólo en lo referente a la expansión de la latitud de la película para poder abarcar muy distintos niveles de iluminación en una escena, si no también, de producir sobre el negativo color diversos procesos antes sólo conseguidos en el material ByN o en película especial reversible color: la solarización, el efecto Sabattier, la línea Mackie, el forzado sin un aumento tan notorio del contraste y la granulación; o contrariamente, poder aumentar considerablemente el contraste y/o la granulación.

Estoy lejos de creer que esto sea una panacea o una superación del proceso color, el cual tiene un desarrollo centenario con miles de patentes de ensayos y procesos desde finales del siglo XIX. Pretende ser solamente, un medio “anti-standarizador” del proceso color convencional para intentar quebrar su aspecto “serial” y de “uniformidad”, cuyo molde a veces choca con los objetivos creativos, estéticos y expresivos de la fotografía de autor.

El material seleccionado en esta oportunidad, está integrado por fotografías de paisajes urbanos donde se ha utilizado la técnica antedicha. Se advierte especialmente en las tomas nocturnas la capacidad adquirida por el material color de no “empastar” las bajas luces aún a pesar de brindar detalle en las altas luces. De la misma manera el efecto se produce en las tomas diurnas, al registrar escenas donde el tupido follaje de los árboles crea sitios de sombras donde la relación de luminosidad con las altas luces se encuentra por encima de 20:1

Del perfil expresivo y formal de las imágenes, cuya importancia debería superar largamente estas cuestiones técnicas, dejo en manos de quienes se especialicen en ello para que vuelquen oportunamente sus reflexiones.

© Otilio Moralejo

Entrevista a Otilio Moralejo

Entrevista realizada por Ileana Andrea Gómez Gavinoser para el AngelCaido
 

P: ¿Cuál es el significado de las artes visuales en el mundo actual?

R: Ésta es una pregunta para ser contestada por especialistas en arte, pero como argentino y clase media (que hablamos mucho aunque sepamos poco), voy a ensayar lo siguiente (improvisado, por supuesto, muy de nuestro acervo).
Las artes visuales actuales se caracterizan por la falta de intencionalidad y la ausencia de sentido. No hay intención porque no se realiza, -como ocurría en el pasado-, para determinado lugar o evento… en aras de… o: me lo ha encargado tal. Hoy las artes visuales carecen de intencionalidad.
No tienen sentido porque no hay intención. Toda creación tendrá un sentido, si previamente le damos un objetivo, una razón de ser.
El sentido es puesto luego por el contemplador, el investigador, el estudioso que llena de sentido ese fenómeno visual. Porque si no, el arte abstracto, por ejemplo, no lo podríamos concebir como un arte.
Ocurre algo parecido con lo cultural. Decimos: “el fútbol es un fenómeno cultural”. Lo cual no quiere decir que veintidós personas pateando una pelota conformen un hecho cultural. El sentido cultural aparece cuando ese fenómeno es «pensado por la comunidad», cuando se investiga el sentido de ese deporte, su historia, el fenómeno lúdico, la procedencia de las reglas, en fin, cuando es pensado. Solo allí se convierte en cultura.

P: Te dedicas a la pintura, al dibujo y a la fotografía. ¿En ti prevalece alguna de estas artes? ¿Por qué?

R: En la actualidad no me dedico a ninguna. Pero es pasajero. Hace años que lo principal para mí es la fotografía.

P: En esta serie El color de las sombras, ¿se puede hablar de pictorialismo?

R: Se puede habla de lo que se quiera.

P: ¿Qué prevalece en ti: la forma, el medio o el mensaje?

R: Cualquiera de ellos, podemos también prescindir de los tres y estará todo bien.

P: ¿Qué significa para ti hacer arte en el día de hoy?

R: Realizar imágenes que nadie te las encargó, y querer vendérselas a quien siempre duda en pagártelas (esto es un chiste). Creo que hay un fenómeno egoísta de búsqueda de trascendencia y otro místico de instaurarse a semejanza de Dios, en el acto de crear mundos únicos e irrepetibles.

P: ¿Podrías hablar de algún movimiento plástico, fotográfico, que haya sido revelador para ti?

R: De pequeño hice fotografía desde la toma, la química de laboratorio, hasta el copiado. También dibujaba metódicamente. La primera vez que entré en el Museo Nacional de Bellas Artes, recuerdo que me aturdió ese mundo que empezaba a tener sentido en mi interior. Quedé emborrachado de esa sustancia.
Me calaron más los pintores que los fotógrafos, aunque admiré siempre a Weston, Adams, Doisneau.

P: ¿Cuáles son tus ideas frente a la estética de hoy? ¿O podríamos llamarlo anti-estética?

R: Alguna corriente filosóficas ha considerado a la estética del S.XX como antiestética. Otros suponen una reacción ante la estética tradicional donde primaba lo bello, la armonía y ausencia de lo disonante. Hoy, ante nuestro pasado reciente de mingitorios expuestos en salas de exhibición, corrientes como la povera europea que utiliza objetos tradicionalmente feos para realizar sus obras, exposición de cadáveres, “La estética de lo feo”, que un siglo antes de Diane Arbus perfilaba Goya su “Saturno devorando a sus hijos”, nos hace pensar que no es una simple reacción de la belleza tradicional, si no un cambio rotundo de la estética hacia un concepción ampliada de ella.

P: ¿Qué cualidades tiene que tener una buena fotografía para ser llamada como tal?

R: La cualidad de bondad en la fotografía, depende de los objetivos para la cual fue realizada. Los atributos de una buena fotografía científica distan mucho de los de una fotografía de bodas, una reproducción de una escultura o la documentación de un hecho periodístico. Lo que es imprescindible para una es accidental o intrascendente para la otra. En lo que se refiere a la fotografía como obra de arte, sin objetivos, los atributos técnicos que delinean las bondades de los tipos de fotografías enumeradas se caen de la estantería.
La obra de arte es buena para nada. Las bondades, atributos técnicos necesarios, pueden estar totalmente ausentes, o estar todos, o alguno. Lo trascendente es lo que evoca, las resonancias que produce, como vibra al compás del mundo y del alma del que la crea. Vemos cientos de fotografías buenas y bellas todos los días. También pinturas y otros medios visuales. Pero no obras de arte.

P: ¿Qué significa la fotografía para ti?

R: Es mi mundo laboral y artístico.

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